Cartel de la película |
con la producción "El otro lado de la cama", una divertidísima comedia que, por aquel entonces, creo que fue la película más taquillera del año o de las más taquilleras. Desde luego, fue una grata sorpresa para la industria cinematográfica en aquel momento.
Pues bien, con "Ocho apellidos vascos", la historia se repite. Esta comedia, al estar producida por Telecinco cinema entre otras, prometía cosechar un buen número de espectadores, pero el tremendo impacto que ha tenido en la sociedad española, ha sido una gran (y grata) sorpresa.
El enredo es bastante similar al que podamos encontrar, por ejemplo, en un capítulo de la popular serie "Aída", mezclado con unos cuantos chistes, muy bien contados por cierto, metiéndose con los prejuicios que hay sobre los vascos y también sobre los andaluces.
"Ocho apellidos vascos" se sostiene, principalmente, sobre el buen hacer en la comedia de la mayoría de sus actores, y el contraste (y la confrontación inevitable), entre algunos de esos personajes, bien sea por sus "raíces", o por su posición en la historia (padre de la novia, futuro casamentero, etc...).
Dani Rovira quemando un contenedor |
El enredo se produce cuando el padre de la joven (Karra Elejalde), un vasco de pura cepa, y a quien especialmente los sevillanos le caen fatal, se entera de que su hija "va a casarse" y se ofrece a cargar con el banquete a cambio de conocer a su futuro marido. A la chiquilla no se le ocurrirá otra solución mejor que meter en el follón al pobre andaluz, haciéndole pasar por el exnovio de ésta, con quien iba a casarse.
Karra Elejalde amedrenta al bueno de Dani Rovira |
momentos, y que merma la credibilidad en la historia y el interés. El problema es que estos pequeños
Además, al ser principalmente una típica historia de amor, mil veces vista antes, cuando la historia se centra en el romance de la pareja protagonista (u otros que pudiera haber), se desinfla, hasta tal punto que, en mi opinión, la película pierde toda su fuerza. Sobre todo, en aquellos momentos donde se destensa y el componente cómico desaparece.
Gran parte del éxito de esta película es culpa del buen hacer de su elenco actoral, sobre todo de Dani Rovira, que está genial y se le ve muy cómodo en el terreno de la comedia, y el gran actor que es Karra Elejalde, cuyo personaje es, sin duda, el mejor elaborado de todos.
El personaje de Machi no es muy creíble en mi opinión. |
Detrás de este cuarteto de actores principales, encontramos un buen elenco de secundarios "trazados a brocha gorda" por así decirlo, pero muy divertidos que provocan un buen puñado de momentos divertidos en la película. Esta composición, me recuerda a otros éxitos en diferentes países de Europa como Francia (Bienvenidos al Norte), o Italia (Bienvenidos al Sur), donde también se reían de ciertos clichés que tenían en esas zonas.
Técnicamente, "Ocho apellidos vascos" se presenta como una película "muy normalita", con una fotografía muy plana y sin ninguna intención artística y una música de guitarreo flamenco, mezclado con pianos y demás muy sencillita de oír, pero nada destacable ni mucho menos. No hay ningún apartado que pueda destacar y todo gira en favor de ser funcional a bajo coste, para disfrute de un espectador de consumo, digamos, televisivo (lo cual no considero despectivo).
En resumen, "Ocho apellidos vascos" es una divertida película para disfrute de un rango muy amplio de público cuyo fin es única y exclusivamente, provocar risas hasta convertirlas en carcajadas. Si tuviese que definirla con un solo adjetivo, diría que es chistosa, y, sobre todo, muy blanca y con un componente romántico que la han aupado a convertirse, en las próximas semanas, en la película española más taquillera de la historia.
Tal éxito asegura el nacimiento de una nueva franquicia cuya segunda parte tendremos seguro para dentro de un par de años con algún título parecido... Hagan apuestas: "Ocho apellidos catalanes", "Nueve apellidos canarios"... Lo sabremos, como mucho, en un par de años.
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